viernes, 16 de octubre de 2009

D'artagnan

Mañana Guillermo "D'Artagnan" Salvatori juega su último partido de rugby en el plantel superior.

Nuestro queridísimo Darta, con 47 años, es un ejemplo del espíritu del rugby.

Infaltable, todos los lunes, martes y jueves, a las 9 en punto de la noche, listo para encarar otro entrenamiento, al lado de jugadores que en su mayoría tienen menos de la mitad de sus años.

Es natural que la diferencia física se note, pero esto mismo es lo que hace el esfuerzo de Darta mucho más ejemplar, ya que suple esta desventaja teórica, con un sacrificio descomunal, que lo mantiene vigente.



Así como Tatu, Paco o Muzzu, con su flamante citación a ser parte de los círculos de elite del rugby argentino o el recorrido exitoso de nuestra primera división en el Top14, son motivos de orgullo que hacen grande a Pacific, la existencia de tipos como Darta también lo es.

Ojalá en el futuro, muchos de los chicos que en estos años han compartido la cancha con Guille sigan jugando hasta los 47 años.

De todos modos que esto ocurra no es lo más trascendente.

La verdad de la milanesa en todo este tiempo fue por otro carril, y es el que rescato como muy valioso y ejemplar para nuestros jóvenes del plantel superior.

Darta demostró que en la vida, por más que los sueños se nos aparezcan como locos o inaccesibles (por ejemplo empezar a jugar al rugby en nivel competitivo a los 43 años) se pueden alcanzar con mucho, pero mucho mucho esfuerzo, voluntad y determinación.

Nadie puede estar físicamente en un lugar donde no haya estado antes con la mente. Y estoy seguro que Darta corrió cada entrenamiento siguiendo ese precepto. Con una mentalidad de fierro que lo hace ejemplo.

Ojalá que cuando en la vida, nuestros jugadores veinteañeros se topen con dificultades o desafíos que a primera vista parezcan imposibles, se acuerden del "viejito" ese de las canas largas, que corría como loco al lado de ellos, enseñándoles que lo lindo de esas barreras es superarlas.
Será una señal de que han aprendido el mensaje que con humildad y mucho huevo Darta nos fue pasando a todos. Con esfuerzo, seriedad, dedicación y mucho sacrificio cualquier sueño se puede hacer realidad.

Gracias Darta por enseñarnos a todos.

Ahora, a partir del año que viene, te esperamos en el plantel de los Pacific Oldies donde nosotros, los veteranos del club, te vamos a enseñar a jugar al rugby de verdad. ¡Jeje!

El Semillero de Pacific te desea mucha suerte.

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