lunes, 22 de octubre de 2007

Los Pumas y un final a todo rock'n roll

El día en el que volvió Soda Stereo al monumental de Nuñez, Los Pumas se despidieron del Mundial con un Greatest hit en el Parque de los Príncipes de París..

Se percibía en el aire que había ganas de ganar. El himno fue una Canción animal para que los Pumas entren en efervescencia y olviden rápido la derrota con Sudáfrica en ese odiado domingo hibrido de siempre. La mirada de Pichot parecía decir “no quiero soñar mil veces las mismas cosas”, mientras arengaba a su equipo para que el mal trago quede atrás. Con una lágrima en la mejilla pensé “hoy mi corazón se vuelve delator” y cábalas de por medio me acomodé en el sillón para que empiece la función.

El partido empezó complicado. Francia salió dispuesto a plantar bandera en campo de Argentina. Los Pumas tacklearon esperando que pase el temblor. El tackle fue una persiana americana para que los europeos no sumen siquiera un try a pesar del dominio territorial ejercido.

Los galos sacaron ventaja con un penal pero minutos más tarde, Felipe Contepomi sacó el misil que tenía guardado en el placard, se lo puso en los botines y clavó un penal para emparejar el trámite.

Y como, parafraseando a los filósofos del fútbol, “try que no se hace en un ingoal se sufre en el otro”, Los Pumas usaron su cabeza como un revolver y liquidaron a Francia con dos zarpazos.
Try de Felipe y Try de Hasan con diferencia de minutos para continuar el partido sin sobresaltos.

Sobre el final del primer tiempo, Francia intentó acortar distancias con el maul y el ruck, a metros del ingoal puma, pero Ibáñez, su capitán, pisoteó a Longo y se superó el sofocón. El referee llamó al hooker frances y diciéndole “No seas tan cruel” le sacó amarilla y lo mandó en penitencia por diez minutos..

En el segundo tiempo, Argentina jugó un rugby de musica ligera. El Nani Corletto tomó una pelota en campo puma y mirándola con cariño le fue diciendo “te llevaré hasta el extremo”. Buen cambio de frente y try de Fede Martín Aramburu.

Ingresó el Cavernícola Chabal y la tribuna francesa deliró pensando “Mi novio tiene bíceps” pero Leguizamón lo hizo aterrizar en la primera de cambio demostrando que le hacen falta vitaminas para jugar contra los Pumas.

Después vino la estocada de Corleto y Les Bleus quedaron a un millón de años luz del partido.

Felipese se hizo un picnic en el 4totry para cerrar el festival y se lo dedicó, con tocadita de cabeza y pelota en la cara a Clément Poitrenaud, quién había dicho que lo de los Pumas no era rugby champagne. Y, la verdad, que no..lo de Los Pumas es rugby Soda…Nada personal, Clément.

Ya para esa altura, el púiblico celeste y blanco deliraba y pedía uno más y no jodemos más. Laporte era un hombre al agua y su equipo un barco a la deriva.

Terminó el partido.

Los Pumas ganaron el bronce. En la ceremonia de premiación, Pichot se abrazó con las autoridades de la IRB preguntándoles, “¿por que no puedo ser del jet-set?”

A partir de ese instante, sobredosis de TV ya que las imágenes de la victoria se reprodujeron hasta en los programas de análisis político para alargar la fiesta y que nadie nos desperte de este sueño stereo.

Para Los Pumas, “Gracias totales…”

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